“Empezamos a trabajar con los campos de refugiados palestinos en el Líbano donde hay unos 700.000 refugiados palestinos. Primero trabajábamos con centros de educación sexual reproductiva, con jardines de infancia… y después también con proyectos de campesinos. En un momento determinado, y dado que nosotros ya estábamos haciendo Brigadas a muchos otros países, decidimos que era interesante que este trabajo que hacíamos en Palestina se conociera”, explica Jordi Garrell, director de la ACP, sobre cómo empezaron a organizar las estadías a Palestina.
En el programa de radio, a los alumnos del instituto Milà y Fontanals también les acompañaron Pol Gallart y Joana Mundó que viajaron en una de las brigadas de la ACP en 2010. “La mejor experiencia es la hospitalidad y la generosidad de los palestinos. A pesar de l a situación que viven tienen una capacidad de supervivencia y de ofrecer y abrirte las puertas muy fácilmente”, explicaba Joana. Aún así, no todas las experiencias fueron positivas y Pol nos habló también de algún mal momento: “Nos avisaron que estaban ocupando un edificio en Jerusalén, en el centro, que es una zona muy turística. Justo en aquel momento había un edificio donde vivían unas cuántas familias palestinas que muchas habían marchado a celebrar un casamiento de un familiar. Aprovechando que no estaban, muchos colonos judíos, que en general son chicos jóvenes que se buscan la vida, aprovecharon para ocupar este edificio con el apoyo y la ayuda del ejército y de la policía de Israel”.

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